¡OH Santa Inmaculada Virgen, ornamento
y gloria del Carmelo!. Tú, que con especial bondad y
misericordia, consideras a los que visten tu muy amado escapulario, dirige
sobre……………y nosotros, una mirada de
misericordia y cúbrenos con el manto de tu maternal
protección.
Danos
fuerzas en nuestra debilidad, con tu poder; ilumina con tu sabiduría, las tinieblas de nuestro
entendimiento, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y la caridad.
Adorna
nuestras almas con las gracias y virtudes que habrán de hacerla agradables a tu Divino Hijo y a Ti. Asístenos con tu protección durante esta vida, consuélanos a la hora de nuestra muerte
con tu adorable amparo, y preséntanos a la Trinidad augusta como a
hijos devotos y servidores tuyos, para alabarte y bendecirte eternamente en el
cielo. Am
én, Jesús, María y José.
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