Oración del creyente que repite su certeza: Dios protege al que confía en él. "A mis ovejas les doy la vida eterna; nadie las arrancará de la mano de mi padre"
1 Tú que habitas al amparo del Altísimo, a la sombra del Todopoderoso,
2 dile al Señor: mi amparo, mi refugio en ti, mi Dios, yo pongo mi confianza.
3 El te libra del lazo del cazador que busca destruirte;
4 te cubre con sus alas y será su plumaje tu refugio.
5 No temerás los miedos de la noche ni la flecha disparada de día.
6 ni la peste que avanza en las tinieblas ni la plaga que azota a pleno sol.
7 aunque caigan mil hombres a tu lado y diez mil a tu diestra, tú permaneces fuera de peligro; su lealtad te escuda y te protege.
8 Basta que tengas tus ojos abiertos y verás el castigo del impío
9 tú que dices: "Mi amparo es el Señor" y que haces del Altísimo tu asilo.
10 No podrá la desgracia dominarte ni la plaga acercarse a tu morada,
11 pues ha dado a sus ángeles la orden de protegerte en todos tus caminos
12 En sus manos te habrán de sostener para que no tropiece tu pie en alguna piedra;
13 andarás sobre víboras y leones y pisarás cachorros y dragones.
14 "Pues a mí se acogió, lo libraré, lo protegeré, pues mi Nombre conoció.
15 Me llamará, yo le responderé Y estaré con él en la desgracia.
16 Lo salvaré y lo enalteceré. Lo saciaré de días numerosos Y haré que pueda ver mi salvación".
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