Oraciones a San Miguel Arcángel

 


ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN DADA POR SAN MIGUEL ARCÁNGEL PARA TODOS 
SUS FIELES Y DEVOTOS. (Hacer todos los días)

Gloriosísimo y bienaventurado San Miguel, Príncipe de las Milicias Celestiales, a vos mi  amado Arcángel, os confío el cuidado de mi cuerpo, alma y espíritu; humildemente me consagro a ti, y te consagro mi familia y seres queridos; sé nuestro protector y amparo en todos nuestros caminos y batallas espirituales. Que al invocar tú Santo Nombre. 

Quién como Dios, (3veces) sea yo, mi familia y seres queridos, protegidos de todo mal, de todo peligro, 
y de todo dardo incendiario del maligno en nuestra integridad física y espiritual.
Acepta oh bendito San Miguel, ésta mi consagración a tu celestial persona, y hazla extensiva 
a mi familia y seres queridos.

Te lo pido en el nombre: Del Dios Uno y Trino. Bendición.

Por la Santísima intercesión de la Bienaventurada y siempre Virgen María, Reina de los 
cielos y de los Ángeles, Madre de la humanidad. Bendición.

Por la santa intercesión de San Gabriel, San Rafael y demás lumbreras que arden con vos, 
ante el Trono del Altísimo. Bendición.

Por la santa intercesión de los Arcángeles y Ángeles. Bendición.

Por la santa intercesión de los profetas y mártires. Bendición.

Por la santa intercesión de todos los santos y Santas y Almas Bienaventuradas. Bendición.
Por la santa intercesión de las Virtudes, Potestades, Principados, Dominaciones, Tronos, 
Querubines y Serafines. Bendición.

Que todo sea para gloria de Dios y salvación de nuestras almas. Amén.


ORACIONES DE PROTECCIÓN

Bienaventurado San Miguel Arcángel, sé mi guardián y custodio en todos mis caminos y batallas espirituales; que tu santa protección me acompañe de día y de noche. Defiéndeme del enemigo de mi alma y sus agentes del mal. Guíame por el buen sendero. Líbrame de ofender a Dios. En la hora de mi muerte, tómame de la mano y llévame contigo a la gloria del Padre Eterno. Amén.

San Miguel: Ilumíname con tu luz.

San Miguel: Protégeme con tus alas.

San Miguel: Defiéndeme con tu espada. Amén.



ORACIÓN DE SAN MIGUEL ARCÁNGEL PARA PROTECCIÓN DEL PUEBLO DE DIOS 
Y RESCATE DE LAS ALMAS MÁS NECESITADAS DE ESTE MUNDO (08 Octubre 2013)
(Hacer esta oración mañana y noche)


¡Oh poderoso e invencible adalid, San Miguel Arcángel, vencedor del dragón infernal!, ven, 
ven, ven y cúbrenos con tu armadura, ilumínanos con tu luz, escóndenos en tus alas y 
protégenos con tu gloriosa espada. 

Que al pronunciar tu Nombre: Quién es como Dios, seamos protegidos y amparados por tu celestial persona.

Oh, bendito San Miguel, nos unimos al gran ejército celestial y nos sometemos a ti, poderoso  Adalid, para que seas nuestro guía, nuestro defensor y nuestra luz, que nos lleve junto con  Nuestra Señora y Reina María a las puertas de la Jerusalén Celestial.

¡Quién es como Dios! Nos unimos a tu glorioso grito de batalla y confiamos en tu santa  protección, que nos librará de las asechanzas y dardos incendiarios del maligno. Te  ofrecemos nuestros trabajos y luchas de cada día, por la salvación de las almas, especialmente por las más necesitadas de la misericordia de Dios, que vagan por este mundo, para que tú, oh bendito San Miguel, las protejas, liberes, guíes y lleves seguras a la gloria del Padre Celestial. Amén.

Quién es como Dios, nadie es como Dios (3 veces).

ORACIÓN DE COMBATE DE SAN MIGUEL

Se llama primero a San Miguel, pidiéndole permiso al Padre celestial con el rezo de un 
Padrenuestro.

Luego se dice la oración que se enseñó para estos tiempos.
San Miguel Arcángel: Defiéndenos en la pelea contra satanás y sus demonios; sed nuestro 
amparo y protección; que el Altísimo os dé el poder y el permiso para que nos asistáis y que 
Dios haga oír su voz imperiosa para que expulse a satanás y sus demonios que quieren hacer 
perder la humanidad. Que tu grito: “Quién como Dios, someta a satanás y sus demonios bajo 
nuestros pies. Amén”.


ORACIÓN A LA ESPADA DE SAN MIGUEL (05 Agosto 2014)

“Os regalo hermanos esta oración a mi Espada para que la hagáis y destruyáis todo poder 
del mal, es Armadura Espiritual para los días de combate que se aproximan”

Oh glorioso San Miguel, vencedor del dragón infernal, poderoso adalid de los ejércitos 
celestiales. Dígnate protegernos con tu gloriosa espada para que también nosotros podamos en estemundo derrotar el maligno y sus huestes del mal. Oh gloriosa espada de San Miguel, venid en nuestro auxilio; defiéndenos y cúbrenos con los rayos del poder celestial para que la luz de tus rayos ciegue a satanás y los someta bajo nuestros pies. 

Oh amado Miguel, que tu gloriosa espada venga espiritualmente a nosotros por la gracia de Dios para que junto a ti y al ejército celestial, digamos a una sola voz: Quien como Dios, nadie como Dios.
Gloriosa Espada de San Miguel: De las acechanzas del maligno, protégenos. En la oscuridad
y las tinieblas, ilumínanos. 

De las tentaciones del demonio, líbranos y defiéndenos en la batalla espiritual de cada día. / Oh Gloriosa Espada de San Miguel, sed nuestra protección de noche y de día, para que también nosotros el ejército militante derrotemos de la faz de la tierra a satanás y sus demonios que buscan nuestra caída para robarnos el alma. Aleluya, Aleluya, Aleluya. Amén.



ORACIÓN DE CONSAGRACIÓN A SAN MIGUEL Y A LA MILICIA CELESTIAL, PARA 
EL COMBATE ESPIRITUAL (07 Mayo 2017)

Gloriosísimo Príncipe de los Ejércitos Celestiales, San Miguel Arcángel, a vos mi Amado Arcángel y a la Milicia Celestial, me consagro y consagro mi familia, parientes, vecinos y amigos. 

Para que en este día y todos los días mientras vivamos bajo el sol, estemos protegidos y amparados por vuestra Celestial Persona y por la Milicia Celestial. 

Todo lo que somos, tenemos y hacemos, os lo consagramos y pedimos vuestra asistencia y protección de día y de noche, para que ninguna fuerza del mal pueda hacernos perder. Os encomendamos el cuidado de nuestro ser físico, síquico, biológico y espiritual, especialmente nuestra alma. 

Milicia celestial, que vuestra asistencia y protección nos libre de todo mal y peligro; ayúdennos hermanos a mantenernos firmes en la fe, para que ninguno de los hijos de Dios, se pierda. 

Oh bendito San Miguel protégenos de los ataques y asechanzas de los espíritus malignos; porque bien sabéis que somos pobres mortales, frágiles y débiles, necesitados de la Misericordia de Dios y de vuestra protección para poder cumplir la misión que el cielo nos ha encomendado. Oh, San Miguel, que tu grito victorioso: ¡quién como Dios, Nadie como Dios!, someta y expulse al infierno a satanás y a todos los espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén


NOVENA DE LAS NUEVE GRACIAS DEDICADAS A SAN MIGUEL ARCÁNGEL
V. Oh Dios, ven en mi ayuda.

R. Señor, apresúrate en socorrerme.

Hacer una solicitud de Gracia cada día. Después de haber pedido la Gracia del día, terminar 
con la oración final

Primera Gracia

Te pedimos, oh San Miguel, en unión con los Serafines, que enciendas en nuestros corazones 
del Amor Santo de Dios, y nos hagas sentir desprecio y repugnancia por los falsos placeres 
del mundo Amén.
Padre Nuestro, Avemaría, gloria al Padre.

Segunda Gracia

Te pedimos humildemente, oh príncipe de la Jerusalén celestial y jefe de los Querubines, que 
te acuerdes de nosotros, sobre todo cuando seamos asaltados por las sugestiones del enemigo 
infernal; haz de nosotros vencedores de Satanás con tu socorro, un sacrificio ofrecido al 
señor. Amén.
Padre Nuestro, Avemaría, gloria al Padre.

Tercera Gracia

Te suplicamos devotamente, oh glorioso campeón del Paraíso y jefe de los Tronos, que no 
permitas jamás que nosotros tus fieles, seamos oprimidos por los espíritus malvados del 
Infierno ni las enfermedades. Amén.
Padre Nuestro, Avemaría, gloria al Padre.

Cuarta Gracia

Prosternados humildemente delante de ti, te rogamos, oh gran Misterio de Dios, en unión con 
las dominaciones, defiendas la cristiandad en toda ocasión y en particular al soberano 
Pontífice, aumentando su felicidad y las Gracias que le son concedidas en esta vida y su 
gloria en la otra. Amén.
Padre Nuestro, Avemaría, gloria al Padre.

Quinta Gracia

Te rogamos, oh San Miguel Arcángel, en unión con las Virtudes, liberar a tus siervos de las 
manos de sus enemigos conocidos y desconocidos, de los falsos testigos, de las discordias, 
librar a nuestra patria y en particular a nuestra ciudad, del hambre, de la peste, de la guerra, 
del rayo, de las tempestades, temblores de la tierra y tormentas que el dragón infernal 
acostumbra suscitar para hacernos daño. Amén.
Padre Nuestro, Avemaría, gloria al Padre.

Sexta Gracia

Te suplicamos, oh jefe de las milicias angelicales, te rogamos, que con las Potestades proveas 
a nuestras necesidades, a las de nuestro país y especialmente de nuestra ciudad, dando 
fecundidad a la tierra y la concordia y paz a los jefes cristianos. Amén.
Padre Nuestro, Avemaría, gloria al Padre.

Séptima Gracia

Te pedimos, oh jefe de los arcángeles, que en unión con los Principados, nos libres a tus 
servidores, así como a nuestro país y nuestra ciudad, de las enfermedades corporales y sobre 
todo de las enfermedades espirituales. Amén.
Padre Nuestro, Avemaría, gloria al Padre.

Octava Gracia

Te suplicamos, oh San Miguel, que en unión con el Coro de los Arcángeles y los nueve Coros 
de los Ángeles, nos cuides en esta vida y que en el momento de la muerte nos asistas a lo 
largo de nuestra agonía y sobre todo en el instante de entregar el alma, para que, como 
vencedores de Satanás, vayamos a gozar contigo de la Bondad Divina en el Santo Paraíso. 
Amén.
Padre Nuestro, Avemaría, gloria al Padre.

Novena Gracia

Finalmente te pedimos, oh glorioso jefe, defensor de la Iglesia militante y triunfante, que con 
los nueve Coros de los ángeles nos cuides y defiendas, a nosotros tus fieles, a nuestras 
familias y a aquellos que se encomendaron a nuestras oraciones, para que, viviendo con tu 
socorro una vida pura, podamos gozar de la contemplación de Dios eternamente contigo y 
todos los ángeles. Amén.
Padre Nuestro, Avemaría, gloria al Padre.
San Miguel Arcángel, defiéndenos en el combate para que no perezcamos en el día del juicio.
Rezar enseguida Padre Nuestro (4): el primero en honor a San Miguel; el Segundo en honor 
a San Gabriel; el tercero en honor a San Rafael; y el cuarto en honor a nuestro Ángel de la 
Guarda.
V. Ruega por nosotros, oh bienaventurado San Miguel, príncipe de la Iglesia de Dios.
R. Para que seamos dignos de las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oración final

Oh Dios Todopoderoso y Eterno, que para la salvación del género humano envíate 
milagrosamente a tu Iglesia tu gloriosísimo príncipe, el Arcángel San Miguel, concédenos su 
socorro saludable y su eficaz ayuda contra todos nuestros enemigos, para que en el instante 
de la salida de este mundo logremos aparecer a la Presencia de tu Divina Majestad. Por 
Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
“San Miguel es el que primero vino… Lo vi delante de mis ojos. No estaba Sólo, sino 
acompañado por los Ángeles del Cielo. Los vi con los ojos de mi cuerpo así como le veo a 
usted, y cuando se alejaron, lloraba y hubiera querido que me llevarán con ellos” Santa Juana 
de Arco.
Fuente: Libro: San Miguel, ¿Quién como Dios?, Fundación Jesús de la misericordia.

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